Aprovechando el desarrollo de un seminario acerca de la liberación del software llamado Open Event en la localidad de Villadiego (Burgos), aproveché para entrevistar a Daniel, el joven creador de un sistema operativo (AmayaOS) de tan solo catorce años que nos tiene fascinados a todos los lugareños:
En 2014 creaste el sistema operativo AmayaOS. Explícame un poco cómo comenzó y en qué consiste.
Pues yo tenía en casa un ordenador viejo que ya no funcionaba con nada y quería hacer un sistema operativo para que lo hiciera con cosas sencillas, que se pudiera imprimir, una hoja de cálculo… esa era la idea. Y he ido avanzando poco a poco. Básicamente en un sistema operativo para algunas aplicaciones mejores y peores de tipo Unix (el sistema operativo al que se parece y que triunfó en 1969). Es multiusuario, quiere decir que el sistema trabaja con unos permisos a partir de los cuales un usuario decide quién lo usa. Tiene la base para poder hacerse. Es multiproceso, puede hacer más de una cosa a la vez. Aunque no se puede apreciar ahora mismo, es multiproceso en el sentido de que puedes tener abierto varias cosas a la vez. Por ejemplo, los primeros sistemas operativos de Microsoft no lo eran.
Como el blog no deja de ser para la asignatura de periodismo, tengo que ubicarlo un poco y preguntarte que, ya que últimamente se habla mucho de globalización, ¿cómo crees que influye el mundo del software –ya sea libre o privativo – (o de la cibernética en general) en el mundo periodístico? ¡Mójate un poco!
Ha permitido que cada uno pueda montar su propio blog, como habéis hecho vosotros; y también está menos controlado (lo quieras o no, los periódicos en papel lo están mucho más). Por eso, últimamente sobresale la ley de propiedad intelectual, porque en el mundo de Internet desaparece. Creo que ha influido positivamente sobre todo en la libertad de expresión.
¿Qué cambios supones que puede traer el software libre al mundo de la informática que hoy en día está acaparado por Windows? ¿Cuáles son las principales diferencias entre ambos?
Sobre todo, la gente busca productos que funcionan. Al margen de que se pueda debatir sobre si Microsoft es mejor o peor que Linux –que yo personalmente creo que es mejor –, es innegable que no hay uno superior o inferior. Windows es superior en los ordenadores de escritorio o más personales, pero Linux lo es en los ordenadores de más potencia. De todas formas Windows tiene un monopolio abrasante. Por ejemplo, cuando me compré este ordenador no me dejaba meter un chip que no fuera Windows de cualquier manera. Además, con las actualizaciones de Windows no puedes ir hacia atrás. Entonces es que es un monopolio en el que pagas por un Windows. Linux también tiene un poco de competencia, pero es buena, para ver quién mejora más. El público para el que se dirige y sus motivos se reflejan, por ejemplo, cuando existen fallos: cuando Linux deja de funcionar, los consumidores se irán rápidamente y por eso intentan arreglarlo en un par de días. Como de Windows, que si aplicaciones u otras cosas, se van a ir cuatro personas, nunca van a buscar un beneficio para los usuarios.
Entonces, ¿crees que uno de los problemas por los que se usa menos el software libre es por la mentalidad de la gente?
Sí, y eso es en gran parte culpa de Microsoft. Ellos mandaron una carta en Silicon Valley diciendo que la gente tenía que usar o comportarse de tal manera con los ordenadores que ellos creaban. Hicieron un ordenador y la gente lo empezó a usar sin pagar. Escribieron una carta reclamando que les pagaran y al final… el problema no fue cobrar, es que dijeron a la gente de qué manera usar su empresa. El software libre es casi gratuito, y que en Microsoft tienes que pagar –no sé si son 200€ ahora más o menos –tú no sabes lo que hacen con tu ordenador durante, por ejemplo, esos 15 segundos que tarda Windows en apagarse, mientras que Linux tarda 5. Algo tienen que estar haciendo ahí. Eso es una forma de protegerse, “queremos que estén con nosotros porque tienen que estar”, decía Microsoft. Y la gente adopta esa mentalidad.
¿Crees que desde empresas como Microsoft o desde los propios gobiernos se están llevando a cabo alguna serie de estrategias para desprestigiarlo (al software libre)?
Sí. Microsoft últimamente está liberando ciertos ‘sectores’ como .net. Lo hacen para lavarse a sí mismos las manos. Muchas de las cosas que han publicado últimamente, por viejas que sean y no valgan para nada, lo han hecho con el fin de limpiar su imagen. Y liberan aplicaciones o programas pero hasta un punto.
¿Crees que el GNU/Linux puede llegar a externalizarse? Quiero decir, inmiscuirse en política o pasar a depender de alguna empresa más privada o partidos políticos.
No creo, sí que es cierto que hoy en día la mayoría del GNU/Linux lo han hecho empresas pero suelen ser empresas… por ejemplo, una multinacional que hace programas para PYMES y quiere que su software no sea tan vulnerable; pues crean un sistema operativo pequeño, limitado, para hacer las cuatro cosas que tienen que hacer y no muy difícil de elaborar. Y muchas veces, lo que hacen es instalar Linux y hacer cosas que mejoren el propio software. En cuanto a la política, en Argentina, me comentaron que querían hacer un sistema operativo tipo Linux propio para ellos y debieron contratar a un montón de gente y sacarse un dineral, y debió llegar Microsoft y decir que aquello no se hacía y, al final, por una cosa o por otra, lo cierto es que tienen mucho más poder y puede con un gobierno, ya que además maneja más dinero que lo que puede ser el propio PIB del país.
Y la última pregunta… volvemos a tu proyecto, ¿qué esperas de ello o qué te gustaría que pasara?
Que a todo el mundo le pareciera maravilloso. No; sinceramente, ¿qué me gustaría que pasara? Que siguiera la cosa. Terminarle, que estas cosas nunca se acaban, pero lo cierto es que es muy complicado que tenga futuro. Ahora igual, sí, pero dentro de dos o tres años… al margen de que la gente siempre prefiera un ordenador viejo a uno nuevo, es que Microsoft, por ejemplo, tiene miles de personas trabajando todos los días y tú tienes a una o dos personas y encima te sacan cuarenta años… cuando tú añades tres cosas, ellos han añadido ochenta. Y eso, yo sí que tengo la esperanza de que pueda valer para algo.